Los abajo firmantes nos desempeñamos en diferentes actividades y tenemos posiciones políticas divergentes, pero compartimos un gran amor por El Salvador, respeto por la verdad y compromiso con la memoria histórica. Muchos de nosotros vivimos el periodo del conflicto armado y otros hemos dedicado nuestras carreras a estudiar a El Salvador con rigor académico.
El autor sostiene en este artículo que la verdad, en manos de gobernantes como Bolsonaro, puede ser vaciada de todo contenido, haciendo de la mentira una forma de gobernar y de hacer política.
“El respeto al derecho ajeno es la paz”, escribió el Benemérito de Las Américas, Benito Juárez, y quizás, nunca como ahora, en esta región y en el mundo entero, sus palabras adquieren palpitante actualidad.
San Juan el Evangelista pasa directamente de su bello prólogo, aquel que empieza con la frase más linda del mundo “En el principio era el Verbo” al anuncio de San Juan el Bautista sobre la venida del Mesías, el Divino Redentor que el pueblo judío esperaba desde hacía ya mucho tiempo. Omite por completo cualquier detalle sobre el nacimiento y la infancia de Jesús.
“Aquel candidato que regala cosas para que lo sigan, no es un líder. Es un comerciante de la política” José Mujica.
A las puertas de otra elección para diputados a la Asamblea Legislativa, Parlamento Centroamericano y Concejos Municipales, somos testigos una vez más de una campaña política cargada de viejas prácticas: insultos, descalificaciones, rumores de fraude entre otros, en tanto, el elector, a la fecha, desconoce las plataformas programáticas de los candidatos a ocupar un curul en el congreso así como a gobiernos locales, para resolver los graves problemas que afectan el día a día de los salvadoreños, ubicando al votante entre elegir a lo ciego o a conciencia.
Recuerdo haber leído hace muchos años un texto de Neruda, donde afirmaba que eran tantos y tantos los poetas actuales -diría yo una verdadera pandemia de poetas- que llegaría el día, en que a los escritores, habría que irlos a buscar a la luna.
Iniciaba la difícil pubertad cuando mi padre me prestó un pequeño volumen que acababa de terminar de leer, y que contenía dos novelas cortas del gran escritor alemán Thomas Mann. Las magníficas piezas eran: "La muerte en Venecia" y "Las tablas de la ley". Leí con gran entusiasmo la primera. Y tardé -debo confesarlo- mucho tiempo en avanzar en la segunda, pese a que la saga bíblica de Moisés está magistralmente recreada por el genial alemán.
Pese a que, como afirma Nayda Medrano, todos hacemos política, lo seguro es que no todos tengamos claro qué es Política y cómo definirla nos puede meter en líos, incluso en su concepto más simple. Así que, atrévase a meterse en este laberinto, créame con toda seguridad, que al final saldrá bien del buceo ya que será guiado de la mano de Nayda, quien por cierto, es Consultora en Políticas Públicas y unas de las nuevas caras en El Salvador, en programas de opiniones y evaluaciones políticas, entre otros temas, en los medios de comunicación.
Los ministros de medio ambiente de América Latina y el Caribe firmaron el recién pasado 2 de febrero la Declaración de Bridgetown, en la cual llamaron a integrar la dimensión ambiental en el centro de los planes de recuperación de la COVID-19 y promover una reactivación basada en la inclusión social, economías resilientes y bajas en carbono, y conservación y uso sostenible de recursos naturales.
La pandemia del COVID-19 obligó al mundo a modificar su diario vivir. Los centros escolares en El Salvador no son la excepción, las niñas y los niños, así como adolescentes en 2020, tuvieron que adaptarse para recibir sus clases de forma virtual, modalidad que significó un reto para los estudiantes, padres de familia y docentes. En vacaciones también se tuvo la modalidad virtual en la enseñanza artística.